El Blog de Marian

lunes, abril 24, 2006

Everybody Hurts Sometimes

"Well, everybody hurts sometimes,
Everybody cries. And everybody hurts sometimes"


¿Pero qué pasa cuando la culpa es de uno?... :(

Cuando sale a relucir el famoso cuento de la confianza que se construye con años y se derrumba en segundos...
Cuando por más que trates de restaurar un jarrón roto, se podrán ver las grietas...

Y otras tantas metáforas que alguna vez les dijiste a algunos, hoy te tocó a ti recibirlas.

¡Perdón!
posted by Marian at 8:23 p.m. 62 comments

lunes, abril 10, 2006

You are good...so good

Creo que ningún extremo es bueno... ni tan-tan, ni muy-muy.
A activar mi "dark side" jajaja.

You are 20% Evil

You are good. So good, that you make evil people squirm.
Just remember, you may need to turn to the dark side to get what you want!


How Evil Are You?
posted by Marian at 12:27 p.m. 13 comments

domingo, abril 09, 2006

Contra el Sarampión...

El viernes tuve la oportunidad de sumarme al operativo de vacunación.

En el colegio San Ignacio, y después de una cola de 3 horas, me pusieron la ansiada vacunita :)

No dolió para nada. Las vacunas no alcanzaron para todos y hubo mucha gente reclamando la falta de organización, ya que después de hacer la cola, con su "cara muy lavada" les dijeron: "Ya no hay más vacunas" o_O. La gente se desató... y con razón, pues muchos no habíamos comido por mantenernos en línea.

En fin, este post exhorta a todos aquellos que no se han vacunado, que busquen el centro de vacunación más cercano:
San Ignacio de Loyola (Chacao)
Gustavo Herrera (Av. Libertador)
Santa Rosa de Lima y Monseñor Lucas Guillermo (Baruta)
Arnaldo Arocha (Petare)
La Mata (Caugagüita)
Francisco Espejo (Cafetal)
Educaba (Terrazas del Club Hípico)
María Micaela (Av. Sucre)
Juan Bautista Castro (El Llanito)

Sin excusas... ¡A vacunarse se ha dicho! :)
posted by Marian at 5:23 p.m. 7 comments

miércoles, abril 05, 2006

"Hijos Infinitos"

Aunque no tengo hijos, comparto el dolor de todos aquellos que, conmocionados, nos enteramos del trágico desenlace del secuestro de los hermanos Faddoul y su chofer, el señor Miguel Rivas.

"Hijos Infinitos"
Cuando se tiene un hijo,
se tiene al hijo de la casa y al de la calle entera,
se tiene al que cabalga en el cuadril de la mendiga
y al del coche que empuja la institutriz inglesa
y al niño gringo que carga la criolla
y al niño blanco que carga la negra
y al niño indio que carga la india
y al niño negro que carga la tierra.

Cuando se tiene un hijo, se tienen tantos niños
que la calle se llena
y la plaza y el puente
y el mercado y la iglesia
y es nuestro cualquier niño cuando cruza la calle
y el coche lo atropella
y cuando se asoma al balcón
y cuando se arrima a la alberca;
y cuando un niño grita, no sabemos
si lo nuestro es el grito o es el niño,
y si le sangran y se queja,
por el momento no sabríamos
si el ¡ay! es suyo o si la sangre es nuestra.

Cuando se tiene un hijo, es nuestro el niño
que acompaña a la ciega
y las Meninas y la misma enana
y el Príncipe de Francia y su Princesa
y el que tiene San Antonio en los brazos
y el que tiene la Coromoto en las piernas.
Cuando se tiene un hijo, toda risa nos cala,
todo llanto nos crispa, venga de donde venga.
Cuando se tiene un hijo, se tiene el mundo adentro
y el corazón afuera.

Y cuando se tienen dos hijos
se tienen todos los hijos de la tierra,
los millones de hijos con que las tierras lloran,
con que las madres ríen, con que los mundos sueñan,
los que Paul Fort quería con las manos unidas
para que el mundo fuera la canción de una rueda,
los que el Hombre de Estado, que tiene un lindo niño,
quiere con Dios adentro y las tripas afuera,
los que escaparon de Herodes para caer en Hiroshima
entreabiertos los ojos, como los niños de la guerra,
porque basta para que salga toda la luz de un niño
una rendija china o una mirada japonesa.

Cuando se tienen dos hijos
se tiene todo el miedo del planeta,
todo el miedo a los hombres luminosos
que quieren asesinar la luz y arriar las velas
y ensangrentar las pelotas de goma
y zambullir en llanto ferrocarriles de cuerda.
Cuando se tienen dos hijos
se tiene la alegría y el ¡ay! del mundo en dos cabezas,
toda la angustia y toda la esperanza, la luz y el llanto,
a ver cuál es el que nos llega, si el modo de llorar del universo
el modo de alumbrar de las estrellas.
Andrés Eloy Blanco
posted by Marian at 9:40 a.m. 9 comments

lunes, abril 03, 2006

Cuarenta y veinte...


Esta es la nueva historia que quiero compartir con todos aquellos que leen estas líneas...
Me ha pasado desde hace tiempo ya, pero últimamente la situación se ha tornado más frecuente, más inevitable. Las miradas; a veces curiosas, a veces de reproche; se posan sobre mi mano mientras camino con él en el centro comercial, en el banco... en la calle.

Algunos horrorizados y otros extrañados, lo miran a él, me miran a mi y vuelven su mirada hacia él. Sus ojos tratan de explicarse por qué una muchacha de veinte anda tomada de manos con ese señor de cuarenta.
¡Qué horror! Exclaman por dentro... lo sé, lo percibo... no hay que ser lo suficientemente detallista como para notar la incomodidad de alguien ante cierta situación.

Y yo, sonreída... no puedo hacer más nada sino sonreír, pues me causa gracia la reacción de la gente. Me causa gracia cómo pasan a formar hasta parte de un pequeño estudio mío improvisado que trata de comprobar la manera en que una idea preconcebida hace que juzges a la gente sin miramientos y hasta con crueldad.

Continúo caminando y hasta me aferro a su brazo, no tambaleo ante la mirada inquisitiva de las personas. No me voy a soltar sólo porque a ellos les incomoda lo que ven...
Y en mi mente empieza a sonar la canción: (8)Cuareeenta y veinteee, cuareeenta y veinteee... es el amor lo que importa y no lo que diga la gente (8)... Jajaja y más sonreida me veo...

Vamos, seamos honestos... ¿Qué pensarían Ustedes?... ¿Qué dirían para sus adentros? ...

Si todo esto me causa risa, podrán imaginarse el chiste en el que se convierte la situación cuando, por ejemplo, el otro día caminando por el CCCT, las caras de las mismas personas que me miraban de manera incisiva se tranformaban en la de perritos regañados al notar que detrás del Señor de 40 y la muchacha de 20, venían la mamá y la hermana de ella.

Aaaaahhhhh pero si es su papá -pensaban- al mismo tiempo que ponían cara de "con flei" (como la del gallito del cereal pues... ). "Si vale, se parecen" (volvían las miradas para comprobar la consanguinidad jajajaja)
Amig@s, ya saben, antes de echar una sentencia y hasta juzgar de inmoral a la gente, detengámonos un poquito a pensar. No siempre se cumple ese "piensa mal y acertarás".

Nos seguimos leyendo :)

P.D.: para la próxima... si están en la calle y la famosa cancioncita de José José empieza a sonar en sus mentes, no juzguen, fíjense si soy yo y me saludan ;)
posted by Marian at 10:45 a.m. 20 comments