El Blog de Marian

jueves, marzo 09, 2006

               ¡Qué IDEOTAS!

Desde hace años nos han invadido a través de la TV. Intentan vendernos la utopía de un mundo cómodo; de cuerpos sin grasa, flacidez, vejez, enfermedad y pare de contar… Y todo esto usando unos productos que prometen, EN MUY POCO TIEMPO mejorar -mejor dicho- CAMBIAR para siempre nuestra existencia…

Tal vez se preguntarán: ¿pero bueno, y de qué habla ésta? Pues, aunque desde hace tiempo he comentado y hecho burla de los anuncios de “Ventas por TV”, creo que ya es hora de publicar algo al respecto.

A ver, a ver… ¿Por qué artículo empezar?... Como se dice, mientras vaya viniendo, voy viendo…

Comencemos por los milagrosos productos para adelgazar ¡sin una gotita de sudor o ejercicios agobiantes! Podrá recordar la versión pastilla o bebida efervescente, pero a parte de la premeditada forma de explicarte cómo funcionan al punto de convencerte, lo mejor son los retocados ejemplos del antes y el después… ¡Ah no!, pero ya va, el premio de los modelos del “Antes” y el “Después” se lo llevan los comerciales de esas máquinas que –con un mensaje un poco más sensato- pretenden que el televidente mueva un poco más de músculos para lograr un cuerpo firme y abdominales de acero.

La pantalla me muestra a un gordito (y ojo que no estoy criticando ni desvalorizando a nadie acá ¡ehh!, tengo amigos flacos, gordos, blancos, negros, intermedios y amarillos ¿ok?... bueno, por sia) que claramente muestra un bronceado “a lo rana platanera” (hoy si tengo moral para decir eso pues acabo de regresar de la playa :P) haciendo un par de abdominales cuando de repente, la cámara hace “la magia de los segundos” y aparece un tipazo que más bien parece el instructor de Pilates de Madonna con un bronceado digno de cualquier surfista. ¡Wow! Esa máquina te quema la grasa, te esculpe abdominales de Superman y de paso te broncea… Jajaja, pues, ¿pa’ qué mash? Jaja, entiendo que en ningún momento me dijeron que era el mismo tipo, pero saben qué quiero decir…

Y quién no ha visto el comercial del “Brassier Natural” que promete no sólo eliminar la necesidad de usar fastidiosos strapless, sino que te vende la idea de que aumentarás de medidas haciéndote más femenina. Si no me creen, basta con ver a la modelo del “Before” y compararla con la del “After”. La única manera de que sean las mismas, es que el bendito “Brassier Natural” se le haya fundido a la muchacha en los pechos y se los haya rellenado de tal forma… jeje.

Pero realmente, el producto que me hizo llegar a la cúspide del asombro, y de hecho, el que motivó este escrito, es uno que según lo que ellos predican, asumo será la revolución cosmética del futuro (“¡cómo nié!”). Claaaaro, si yo hubiese tenido que elegir el slogan, obviamente hubiese inventado otro que no fuese el extracto de la baba de algún animalito… y mucho menos de uno que se arrastra. Jajaja, y habrá quien me replique: “Pero si el animalito en cuestión regenera su caparazón…imagínate los milagros que hará en mis arrugas”. Y yo contestaré: “Señora, ya me le lavaron el cerebro, mi perro regenera pelos, uñas y piel y por eso no voy a echarme la baba de Max encima”. Si en esa línea de razonamiento seguimos, podríamos usar un extracto de sangre de lagartija, pues tiene la capacidad de regenerar su cola ¿no?

Definitivamente son IDEOTAS… es decir, ideas grandes pues :P. Supongo debe haber algún producto que sirva en todo ese mar de mercancía que agiliza y mejora tu calidad de vida. Pero bue, eso es otra cosa…

Y lo peor no es eso. Hay gente adicta a comprar productos de ese estilo. Me pregunto cómo sería el día de una compradora compulsiva de éstas…

Es Lunes.
Se levanta, se mete al baño y después de cepillarse usa el blanqueador de dientes aprobado por la Federación Odontológica. Luego, asumimos que puede ser el esposo o la esposa que va a la cocina a prepararle a toda la familia el desayuno (y aquí hago reminiscencia de la escena del producto multiuso que prepara omelettes, batidos, merengadas, postres, bebidas alcohólicas y hasta pasta con salsa cuatro quesos. Es licuadora, vaso portátil, salero y de broma no se lava solo). Después de hacerle a cada miembro de la familia un desayuno distinto en tan sólo diez minutos (destáquese el hecho de que a parte de los tres hijos, estaban de visita el primo, la tía, la abuelita y la cuñada), nuestra protagonista se sienta a la mesa, pero primero se toma su líquido efervescente antes de la comida, para que “atrape” toda la grasa y no engorde.

Como hizo todo rapidísimo, le da chance de meter los platos en el lavaplatos (Ahh, ¿pero qué podían esperar de alguien adicto a la comodidad?) y dejar la cocina impecable. Wow, tiene un ratote libre antes de ir a trabajar… “¿Qué hago?” –se pregunta- Y se da cuenta de que tan sólo en tres minutos puede sacar los abdominales que siempre soñó… Busca el aparato que hará la maravilla y mientras ve las noticias mañaneras, hace sus respectivas flexiones: uno… dos… tres minutos. ¡Listo! Pero si hasta se siente más buenota, más durita. (Jajaja y no, no se bronceó :P)

Se encamina hacia el trabajo, pero como sintió que fueron muy poquitos los ejercicios, se lleva a su aliado: “el hacedor electrónico de abs”. ¡Paf! se lo pone debajo de la blusa… y hasta que la pila aguante. Y nadie se tiene que enterar. Ahh y como es de esperarse, ella está usando el “Brassiere Natural”.

Llega de nuevo a la casa y la cena estaba hecha (el esposo estaba “fiebrudo” con tanto producto que simplifica el arte de cocinar), pero antes de dedicarse a comer se toma ahora la pastillita “Fuera Grasa” por sia las moscas el liquidito efervescente atrapa grasa no funciona. Total, una famosa ex Miss lo usó ¿no?

Antes de irse a dormir, se para frente al espejo, y nota que el paso del tiempo no perdona a nadie. Ya no tiene patas de gallo… ¡sino el corral entero! Pero no se preocupa, busca su extracto de saliva del bendito animalito que todos sabemos y se lo unta animosamente por toda la cara, el cuello y el pecho. De paso le pone un poco a su hija de 14 años que tiene el cutis lleno de granitos propios de la adolescencia para que se le quiten en menos de un parpadeo.

Ella se acuesta (con su carita embadurnadita, por supuesto :D), pero su esposo no está en la cama… el susodicho en cuestión está tendido en una especie de colchoneta que lo batuquea de izquierda a derecha dizque porque el señor de la TV que la anunciaba afirmaba que la vida está en el movimiento y que hasta el sistema inmunológico se reforzaba. (5mentarios, sobre todo porque el tipo de esa propaganda –como en muchas otras- se autodenominaba DOCTOR).

Y ella se duerme feliz… ¿Quién necesita liftings, liposucciones o implantes cuando tienes ideotas gracias a “Ventas por TV”?
***

Un post un poco largo, pero me inspiré… =)

¡Hasta pronto!
posted by Marian at 5:46 p.m. 13 comments