El Blog de Marian

jueves, febrero 23, 2006

Extremos

El día de ayer estuvo lleno de papeleos y corre-corres... Le entregaban a mi papá una pick-up para el trabajo.
Ciertamente, el hecho de ir a un concesionario para sacar cualquier vehículo "nuevecito de paquete, como Ud. lo deseaba", produce cierta emoción.

Tras dos horas de espera, la muchacha del Dpto. de Ventas nos entregó la llave con su particular simpatía y su "que-la-disfruten" que sonaba más bien desgastado.

Al salir del lugar, teníamos diligencias por hacer, y mientras las cumplíamos (mi mamá al volante, y yo, de DJ) no pude evitar sentirme mal ante la cantidad de indigentes que bordeaban las vías y merodeaban en cada semáforo de las avenidas: niñitos, señores mayores, hombres jóvenes, mujeres embarazadas con pequeños en brazos...
¡En fin! Son muchísimas las personas que se rebuscan pidiendo en las calles y yo, montadita en camioneta nueva :S.

Ciertamente no fue culpa lo que sentí, porque a decir verdad, sé que mi papá se trabajó su nueva adquisición y es fruto del sudor de su frente, como se dice.

Tal vez todo esto me hizo reflexionar el hecho de que muchísimas veces damos las cosas por hecho. Nos quejamos por la falta de tantas cosas y no agradecemos la tenencia de muchas otras...

Eso me recuerda a una frase que solía decir mi mamá cuando yo no quería comer por caprichosa: "¡¿Cuáááántos niños pobres desearían comerse ese plato de comida Marian!?
-Siempre quedaba ¡K.O.!

Sería interesante dejar de prestarle tanta atención a las carencias y agradecer más lo que tenemos... Y no me refiero sólo a nivel material.

"Porque rico no es aquél que más tiene, sino el que menos necesita"
posted by Marian at 10:02 a.m.

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